lunes, 25 de abril de 2011

Fútbol y transición democrática: Johan Cruiff, ídolo del Barça



Con motivo del trabajo colaborativo Memoria de la Transición democrática, algunos compañeros han sugerido la conveniencia de incorporar en las entrevistas algunos contenidos futbolísticos. El fútbol, hoy y también en esa época, es un fenómeno social de masas que tiene, también, cierta incidencia en la política. Hoy nuestra atención se sitúa en uno de los mejores futbolistas de aquellos años, Johan Cruiff, y su influencia social y política en el Barcelona del momento.

En 1973 Cruiff era un reputadísimo jugador del Ajax. El Real Madrid, que en la década anterior había despuntado como el equipo más reconocido y lauredo de Europa, puso interés en su contratación. No obstante, ciertas diferencias entre el club holandés y el jugador llevaron a este último a optar por fichar por otro club español, el Barcelona CF, adversario declarado del Real Madrid.

El rendimiento futbolístico como jugador de Cruiff en el Barcelona (1973-1978) fue notable, aunque tal vez su mayor y más exitosa influencia la ejerció años después como entrenador del primer equipo y creador de un estilo de juego. No obstante, como jugador, Cruiff protagonizó momentos muy brillantes para el Barcelona, particularmente su participación en el partido de Liga de febrero de 1974 en el que su equipo derrotó al Real Madrid en el Santiago Bernabeu por 0 a 5. Meses después, con motivo de la final de la Copa del Generalísimo de 1974, el Real Madrid se desquitó y derrotó al Barcelona por un abultado 4 a 0.



Cruiff simbolizó en su etapa de jugador cierto espíritu de resistencia política. Su presencia coincidió con los primeros meses de la Transición democrática, la recuperación de símbolos catalanes proscritos durante la Dictadura, especialmente la senyera, cuyo uso en las gradas del Nou Camp se empezó a generalizar. Fue el primer capitán del Barcelona tras la Dictadura que en el brazalete mostró la senyera. En este post incluimos unas declaraciones suyas de 1976, muy singulares, donde explica el significado que para él tenía el popular lema sobre la naturaleza del Barcelona: més que un club.

miércoles, 20 de abril de 2011

Eurovisión y Transición democrática (años 70 y 80)


Hace algo más de dos años titulamos un post de Historia_a_por_Todas, Eurovisión y franquismo. Aprovechamos la ocasión para comentar la muy conocida polémica creada con motivo de la designación de Joan Manuel Serrat como representante de TVE en el Festival de música de Eurovisión de 1968, de cómo se le impidió cantar La, la, la, en catalán; y de como otra cantante consagrada de la época, Massiel, ocupó su puesto y, con igual canción, eso sí, cantada en castellano, logró el primer y tal vez más famoso triunfo de España en ese evento.

Hoy, cuando en clase nos introducimos en la realización colaborativa del trabajo Memoria de la Transición Democrática, son varias las consultas sobre si procede o no preguntar a nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, sobre la música de aquella época. Aunque muchas de las canciones que representaron a España en Eurovisión en aquellos años no fueron particularmente famosas, otras sí tuvieron bastante éxito. A continuación presentamos una relación de canciones y cantantes con el año de participación. Todos cuentan con un enlace directo a la canción, actualmente disponible en youtube: Gwendolyne (Julio Iglesias, 1970); En un mundo nuevo (Karina, 1971); Amanece (Jaime Morey, 1972); Eres tú (Mocedades, 1973); Canta y sé feliz (Peret, 1974); Tú volverás (Sergio y Estíbaliz, 1975); Sobran las palabras (Braulio, 1976); Enséñame a cantar (Micky, 1977); Bailemos un vals (José Vélez, 1978); Su canción (Betty Missiego, 1979); Quédate esta noche, Trigo Limpio (1980); Y sólo tú (Bachelli, 1981); Él (Lucía, 1982).

Del conjunto de canciones españolas de Eurovisión de aquellos años, tal vez la más conocida fue la de Mocedades, Eres tú, que aunque no ganó, estuvo a punto de hacerlo en la edición de 1973. Dos cantantes canarios, Braulio y José Vélez, representaron a TVE en las ediciones de 1976 y 1978 respectivamente. Llama la atención la presentación que las televisiones de los países organizadores hacían de las canciones españolas, muy centradas aún en una visión tópica, casi folklórica de España, circunscrita casi exclusivamente a la muestra de los espacios urbanos de Madrid.



Otra edición relativamente exitosa para TVE fue la de 1979. Betty Missiego estuvo a punto de ganar con "Su canción". En aquella ocasión el festival se celebró en Jerusalen, Israel, estado este último con el que aún España no mantenía relaciones diplomáticas permanentes como consecuencia de la estrecha alianza que la España de Franco había mantenido con el mundo árabe con acasión del conflicto árabe-israelí de Oriente Medio. El jurado español, con su última votación, arrebató el triunfo a la canción española y se lo otorgó a la de Israel, anfitriona, en un gesto que no estuvo exento de ciertas interpretaciones políticas.

domingo, 17 de abril de 2011

Canciones de la Transición Democrática: "Libertad sin ira" y "Habla, pueblo, habla"




Empezamos ya a trabajar con el blog colaborativo Memoria de la Transición Democrática, y entre los contenidos que podemos abordar en las entrevistas a realizar, un espacio para la música.

En un reciente post nos hemos ya referido a una célebre canción de la Transición Democrática, Veremos a Dolores, de Ana Belén, en homenaje a Pasionaria. Pero también hay otras. Tal vez las dos más conocidas, por su significación política, sean Libertad sin ira, de Jarcha, y Habla, pueblo, habla, de Vino Tinto. 

Libertad sin ira fue utilizada con motivo del lanzamiento de Diario 16, en 1976, no sin que durante unos días fuese prohibida su difusión por su letra de claro contenido reivindicador de la democracia. Algunas partes de la letra no dejan motivos a la duda, como cuando apunta "...dicen los viejos que en este país hubo una guerra y hay dos Españas que guardan aún, el rencor de viejas deudas. Dicen los viejos que este país necesita palo largo y mano dura para evitar lo peor. Pero yo solo he visto gente que sufre y calla, dolor y miedo. Gente que solo desea su pan, su hembra y la fiesta en paz. Libertad, libertad, sin ira libertad, guárdate tu miedo y tu ira, porque hay libertad... sin ira libertad, y si no la hay, sin duda la habrá...".  

Habla, pueblo, habla, también se hizo muy popular en 1976 y fue empleada por el gobierno para apoyar la participación en el referéndum de la Ley para la Reforma Política de diciembre de 1976. La letra, de contenido político más moderado, invita al voto favorable en el referéndum y desoír la propuesta de abstención de la oposición democrática, aún partidaria de la ruptura, y la petición de voto en contra del búnker: "Habla pueblo habla. Tuyo es el mañana. Habla y no permitas que roben tu palabra [...]. Habla pueblo habla. Habla sin temor. No dejes que nadie apague tu voz. Habla pueblo habla. Éste es el momento".

lunes, 11 de abril de 2011

"Cuéntame" como tarea: Memoria de la Transición Democrática



El éxito de la popular serie de TVE Cuéntame se justifica por el interés de todos por recuperar la memoria de unos años, los del final del franquismo y la transición democrática, que unos vivieron como testigos y protagonistas, o que sin haberlos vivido, suscitan curiosidad en las nuevas generaciones.

En este trimestre vamos a andar ese mismo camino, vamos a recuperar la memoria histórica de los años setenta y ochenta de nuestras familias, de nuestros profesores, de nuestros vecinos... Vamos a entrevistarlos y preguntarles sobre los acontecimientos sociales, políticos, económicos o sociales de aquella época que vivieron. La muerte de Franco, las primeras elecciones democráticas, las series de televisión de moda, los acontecimientos deportivos que les resultaron significativos, el 23 F... La descripción de la tarea la hacemos en el propio blog colaborativo, Memoria de la Transición democrática, que hemos editado y donde publicaremos todos los estudiantes de 2º de bachillerato los comentarios y las entrevistas.

sábado, 9 de abril de 2011

La constitución de 1978: del consenso y la posición del PNV



View more presentations from lacobar68.



Estamos en clase estudiando ya la Constitución española de 1978. La hemos presentado como la norma básica, superior, de nuestro ordenamiento jurídico, y como expresión directa de la voluntad popular (soberanía). Desde el punto de vista de la Transición, es un punto de encuentro, de pacto, entre el franquismo reformista (o sea, los partidarios del franquismo que abogan por un presente y un futuro democrático) y la oposición democrática, partidaria de llegar a la democracia desde la "ruptura". La presentación que incorporamos nos ayuda a introducirnos en el proceso de elaboración y su contenido.


Un punto particularmente subrayado por los historiadores y los políticos de entonces y ahora es que la Constitución española de 1978 se basa en el consenso. Realmente, y con mucha diferencia, ha sido la constitución contemporánea española que ha contado con más apoyo político (derecho, centro, izquierda, nacionalistas...) y, al ser sometido a referendum popular el día 6 de diciembre de 1979, el proyecto constitucional aprobado previamente por las Cortes constituyentes fue ampliamente retificado. Pero propiamente dicho, la palabra "consenso" significa dos cosas: un acuerdo por mayoría de los participantes y que se atenúan las objeciones de la minoría disidente, que no está de acuerdo. Realmente hubo algunos diputados y senadores que votaron en contra o se abstuvieron, en todo caso, muy pocos: una parte minoritaria de Alianza Popular (no su líder, Fraga, que fue ponente constitucional), Euskadiko Esquerra (en contra), algunos de los senadores de designación real y la muy significativa abstención del PNV (Partido Nacionalista Vasco), disconformes por la fórmula recogida en la disposición Adicional Primera de reconocimiento de los derechos históricos (forales) de los territorios vascos. Cuando el proyecto de referendum fue sometido a votación, el sí ganó de modo abrumador, con la excepción del País Vasco, particularmente las provincias de Bizkaia y Gipuzkoa, donde la abstención fue mayoritaria y además hubo un volumen importante (pero minoritario) de votos contrarios entre los emitidos. El tema, el papel del PNV en el proceso constituyente, sigue siendo aún objeto de cierta controversia política. Su actual portavoz en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, en un reciente post comentaba este hecho histórico en clave política actual.

sábado, 2 de abril de 2011

La Transición democrática y el sistema de partidos


Estamos estudiando con detenimiento la Transición democrática y particularmente las elecciones generales que se convocaron durante este periodo histórico: las de 1977, 1979 y 1982.

Tras cuatro décadas de dictadura, el país recuperaba la democracia y con ella un sistema político basado en el pluripartidismo. No olvidemos que fue en los primeros meses de política reformista de Suárez cuando desapareció el Movimiento Nacional.

Básicamente el sistema político español de aquella época quedó organizado de la siguiente forma.


Extrema derecha. Heredera del búnker, o sea, del grupo de franquistas que querían, a la muerte de Franco, prolongar la dictadura. Su líder principal era Blas Piñar. Se presentaron divididos a las elecciones de 1977 y no lograron representación alguna. En 1979 sí se presentaron unidos en Unión Nacional, y Blas Piñar (Fuerza Nueva) fue elegido diputado por Madrid. Tras el intento frustrado de golpe de estado de 1981, la extrema derecha perdió aún más presencia y no obtuvo representación alguna en las elecciones de 1982.

Alianza Popular (AP). Este partido surge como agrupación de grupos políticos de derecha liderados por Manuel Fraga, un político que había hecho carrera durante la dictadura (fue ministro de Información y Turismo), pero que al final del franquismo se había pronunciado claramente a favor de una transición democrática desde el reformismo (o sea, desde la "legalidad" franquista). Su propuesta política fue en buena medida apropiada por Suárez y UCD, por lo que se rodeó de dirigentes políticos que, aunque formalmente reformistas, se identificaban más como nostálgicos del franquismo. En las elecciones de 1977 obtuvo un mal resultado (16 diputados), resultado que aún empeoró más en las de 1979 al lograr sólo 9, ahora Fraga y Alianza Popular encabezando una coalición denominada Coalición Democrática. En 1982, Alianza Popular se presenta junto a un pequeño partido, el Partido Demócrata Popular, (democristianos, Alzaga), y obtiene unos buenos resultados, con aproximadamente el 26 % de los votos y 106 diputados.

Unión de Centro Democrático (UCD). Es el partido que se organiza alrededor de Adolfo Suárez en 1977, entonces Presidente del Gobierno. Agrupa a los antiguos franquistas inequívocamente reformistas, como Suárez, identificados comúnmente como azules, junto a dirigentes políticos de la antigua oposición democrática de centro (democristianos, liberales, socialdemócratas). Ganan las elecciones de 1977 y 1979, pero sin mayoría absoluta. El partido sufre una grave crisis desde 1980. De hecho Suárez dimitió en enero de 1981 como máximo dirigente y Presidente del Gobierno, siendo sustituido en este último cargo por Leopoldo Calvo Sotelo. UCD sufre un espectacular revés electoral en 1982 al obtener solamente 11 diputados. El partido acabó disolviéndose al año siguiente. De otra parte, pocos meses antes de las elecciones generales de 1982, Adolfo Suárez fundó un partido nuevo, también de centro, Centro Democrático y Social (CDS), con el que obtuvo dos diputados.

Nacionalistas de centro catalanes. Se presentan separados Convergencia Democrática de Catalunya (en PDC, liberales y socialdemócratas) y Unió Democrática de Catalunya (democristianos). Desde 1979 lo hacen ya en coalición: Convergència i Uniò (CiU). En las dos primeras legislaturas prestan un apoyo parlamentario limitado a los gobiernos de UCD. Sus máximos dirigentes son Jordi Pujol (que es President de la Generalitat desde 1980) y Miquel Roca.

Partido Nacionalista Vasco. Partido histórico que gana las elecciones en el País Vasco en las tres ocasiones (1977, 1979 y 1982), además de las elecciones autonómicas de 1980. Es la única gran formación política que no apoya la aprobación de la Constitución de 1978 (pide la abstención). Su máximo dirigente de la época, Xabier Arzallus.

Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Partido histórico español fundado por Pablo Iglesias en el siglo XIX. Al final de la dictadura se reorganiza de forma más eficaz al asumir la dirección los militantes del interior que vivían en la clandestinidad política (Felipe González, Secretario Gral.; Alfonso Guerra). En 1978 incorpora al Partido Socialista Popular de Tierno Galván que se había presentado con poco éxito (5 diputados) en las elecciones generales de 1977. El PSOE queda como principal partido de la oposición en las elecciones generales de 1977 y 1979, con 118 y 121 diputados respectivamente. Gana por amplia mayoría absoluta (48 % de votos, 202 diputados) las elecciones generales de 1982. Durante la Transición renuncia al marxismo y se convierte plenamente en un partido socialdemócrata.

Partido Comunista de España (PCE). Partido perseguido duramente durante la dictadura, su dirección se mantuvo en el exilio, pero con una fuerte presencia en el interior (CC.OO., organizaciones vecinales, universitarias...). Con dificultades, logró ser legalizado antes de las primeras elecciones generales, donde obtiene aproximadamente el 10 % de los votos y 20 diputados. Repite prácticamente resultado en 1979 (22 diputados) y sufre una fuerte caída en las de 1982 (4 diputados). Su máximo dirigente es Santiago Carrillo.

Extrema izquierda. Apenas logra representatividad en este periodo. Destaca el nacionalismo radical de izquierda en el País Vasco, donde Herri Batasuna (en la órbita de ETA) logra representación en las elecciones de 1979 y 1982 (3 y 2 diputados respectivamente).

Un especial del diario El Mundo, "30 años de democracia",  nos aporta abundante e intersantísima información sobre estos contenidos y otros de naturaleza política referidos a la Transición Democrática.

Elecciones generales y la Transición democrática



Trabajamos ya el tema La Transición Democrática y al hacerlo resulta materialmente imposible no acercarnos al sistema de partidos que surge en las primeras elecciones democráticas tras la Dictadura franquista. En el periodo comprendido entre 1977 y 1982 se celebraron tres elecciones generales (o a Cortes), en jjunio de 1977, marzo de 1979 y octubre de 1982, y las primeras elecciones municipales (abril 1979) y autonómicas (a los parlamentos autonómicos) de Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía. Nuestra atención se centra en este post en las elecciones generales y sus resultados.





Elecciones de junio de 1977. Se celebran de acuerdo a lo establecido en la Ley para la Reforma Política, la última Ley Fundamental franquista, aprobada en su momento por las Cortes Españolas y ratificada en referéndum. Aunque el objeto de elección es ya verdaderamente un parlamento (Cortes Generales: Congreso de los diputados y Senado), se mantuvo formalmente aún la denominación Cortes Españolas. En ellas participaron todos los partidos legalizados, incluido el PCE. Aunque formalmente cuando se realizó la elección de los diputados y los senadores no se hizo con la consideración de que iban a ser Cortes constituyentes, de facto sí lo fueron. Fue el propio rey Juan Carlos I, en la sesión constitutiva, quien indicó que la finalidad básica iba a ser esa: elaborar y aprobar una Constitución. El resultado final fue la aprobación del proyecto de Constitución, tras un largo e intenso proceso, en octubre de 1978. Se ratificó por referéndum popular el 6 de diciembre de 1978.

Las segundas elecciones generales se celebraron el 1 de marzo de 1979. No son ya elecciones a Cortes constituyentes, sino constitucionales, porque la Constitución ya estaba aprobada y no había previsión alguna de que fuese a reformarse. La Constitución recogía además ya, de forma clara e inequívoca, la nueva denominación del Parlamento, Cortes Generales, que de hecho es la tradicional que tuvo en España en la edad contemporánea.

La segunda legislatura, la de las Cortes Generales elegidas en marzo de 1979, no cubrió el periodo máximo ordinario previsto en la Constitución, cuatro años, porque el entonces Presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, procedió a la "disolución anticipada". Las terceras elecciones generales (a Cortes Generales) se celebraron el 28 de octubre de 1982.