Estamos en plena Segunda Guerra Mundial, centrados en la Webquest La secretaria de Hitler. Entre los términos a aclarar en el blog colaborativo, tenemos al del lider fascista italiano, Benito Mussolini. Ya hemos abordado la muerte de otros dirigentes de la Segunda Guerra Mundial como Stalin, Churchill, Hitler, Petain y Roosevelt.
La muerte de Mussolini es la consecuencia inmediata del fracaso y la derrota final de su régimen. Italia es invadida por los aliados en 1943 y, de hecho, es destituido como máximo gobernante del país. Detenido, es liberado por un comando nazi y trasladado a Alemania, donde concierta con Hitler el restablecimiento de un régimen fascista en septiembre de 1943 en el norte del país, aún bajo control de tropas del Tercer Reich: es lo que se denomina República Social Italiana o República de Saló. Allí pudo aún vivir momentos de gloria y entusiasmo popular, en los últimos meses seguro que no precisamente espontáneo, como el que vemos en el vídeo anterior de su última concentración fascista en Milán de diciembre de 1944, la misma ciudad que algunas semanas después será testigo de los ultrajes públicos a los que su cadáver fue sometido.
Obviamente la suerte de este estado títere pronazi es la misma que la que va a correr el Tercer Reich. La crónica de la captura y muerte de Mussolini es bastante conocida. En abril de 1945 los aliados con apoyo de los partisanos, controlan todo el país, y Mussolini, acompañado Clara Petacci, se desplaza de Milan a Como, e intenta alcanzar la frontera suiza. Muy cerca de ella es sorprendida por partisanos cuando simulaba ser un soldado alemán en un camión de transporte. Los aliados, especialmente los norteamericanos, querían capturar vivo a Mussolini para someterlo a un juicio internacional, pero los partisanos prefirieron tomarse la justicia por su mano y lo ejecutaron el día 28 de abril, junto a su compañera. Supuestamente fue sometido a un juicio sumarísimo pero las circunstancias exactas de la muerte y sus autores aún se desconocen. Los dos cadáveres fueron trasladados a Milán y abandonados en plena vía pública, sometidos a todo tipo de ultrajes como ser colgados cabeza abajo, imágenes de las más conocidas de la Segunda Guerra Mundial. Funeral no tuvo, pero su enterramiento tampoco fue pacífico. En principio, sus restos fueron enterrados en una tumba anónima pero un grupo de fascistas lo desenterró y lo hicieron desaparecer durante años hasta 1957, gracias a un pacto entre el gobierno italiano, el partido neofascista y la intermediación del Arzobispo de Milán. Sus restos están enterrados en el cementerio de su localidad natal, Predappio. Su figura sigue siendo, no obstante, muy controvertida, y objeto de cierta defensa por parte un sector de la derecha italiana, entre la que se encuentra su nieta, la dirigente política Alessandra Mussolini.
1 comentario:
Me gusta mucho como se recoge la información, de una manera amena y clara. Felicitaciones a la proefesora......
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