lunes, 24 de agosto de 2009

Magnicidios frustrados y consumados: Salvador Allende


Este documental de Canal Historia nos relata de forma breve las circunstancias de la muerte de Salvador Allende, entonces presidente de Chile, el día 11 de septiembre durante el golpe de estado protagonizado por los militares chilenos. Tras muchos años de controversia sobre las circunstancias concretas de su muerte, testigos del hecho, particularmente el doctor Quiroga y su propia familia –su viuda, Hortensia Bussi- han desvelado que el presidente se suicidó de un disparo por arma de fuego, poco después de rendir la sede presidencial del Palacio de la Moneda tras el bombardeo realizado por las fuerzas golpistas. Su cuerpo fue enterrado de forma clandestina en Viña del Mar y sólo después de concluida la dictadura militar del general Augusto Pinochet, en 1990, el presidente democrático Patricio Aylwin ordenó la celebración de un funeral de estado. Por tanto, en sentido estricto, no se puede hablar de magnicidio, aunque las circunstancias de extrema violencia sufridas y el temor a un ajusticiamiento por parte de los mandos militares catalogan, de hecho, la muerte como violenta y forzada. De todos modos, la izquierda chilena negó oficialmente el suicidio durante muchos años, pues consideraba que el conocimiento del hecho podía provocar una merma de la valoración histórica del dirigente socialista mientras persistiese la dictadura militar.
Salvador Allende fue presidente del país entre noviembre de 1970 y septiembre de 1973. Su periodo de gobierno se caracterizó por el duro enfrentamiento civil entre sus partidarios, básicamente las fuerzas progresistas, y sus detractores, conservadores, que le acusaban de llevar el país hacia un régimen dictatorial comunista. Contó con la oposición de los EE.UU., con importantísimos intereses económicos y geoestratégicos en la zona en el contexto de la Guerra Fría; de hecho, también se ha demostrado la participación del servicio de inteligencia norteamericano, la CIA, en la preparación del golpe militar. Era entonces presidente de EE.UU. Richard Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissinger. Hace apenas unos días, incluso, se ha revelado la posible implicación del entonces gobierno de Brasil en los complots urdidos por el gobierno norteamericano del momento.

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