Candidaturas olímpicas españolas: Barcelona (II)

Retomamos nuestra serie veraniega dedicada a las candidaturas olímpicas de ciudades españolas con la segunda parte dedicada a Barcelona. Como hemos visto en algún post anterior, Barcelona protagonizó varios intentos anteriores, sin éxito, hasta el de las Olimpiadas de 1992. En esta ocasión la ciudad sí fue beneficiada por la designación del comité de organización.

Los Juegos Olímpicos de Barcelona, 1992, implicaron un profundo cambio urbanístico, con la rehabilitación profunda de las áreas de Montjuic y Poblenou, la necesidad de mejorar las infraestructuras de transporte -incluida la remodelación y ampliación del aeropuerto de El Prat-, además de un esfuerzo organizativo extraordinario. A diferencia de los casos de las Olimpiadas de 1976, 1980, 1984 y 1988, no sufrieron ningún boicot. Ya había concluido la Guerra Fría y en aquellos momentos las relaciones internacionales pasaban por una época de relativa tranquilidad. Un elemento curioso es que la URSS como tal ya había desaparecido la república rusa y las restantes ex-repúblicas soviéticas participaron agrupadas bajo la CEI, Comunidad de Estados Independientes, aunque ya no formaban parte de ella las tres repúblicas bálticas (Lituania, Letonia y Estonia) ni Georgia.

Desde el punto de vista político, España se apuntó un gran tanto pues la organización de los Juegos fue magnífica. Se iniciaron el día 25 de julio y se clausuraron el día 9 de agosto. Incluso, desde el punto de vista deportivo, España obtuvo un gran éxito, con 22 medallas, récord todavía no superado por ninguna participación olímpica española posterior.