domingo, 17 de agosto de 2008

Olimpiadas y política exterior española: el boicot a Melbourne 1956


Desde las Olimpiadas de Berlin de 1936 la amenaza del boicot sobrevoló la celebración de casi todos los juegos olímpicos. Si en 1936 la España republicana fue uno de los pocos estados del mundo que no participó en los Juegos Olímpicos organizados por los nazis en 1936, la España de Franco también protagonizó su boicot, en este caso a los Juegos Olímpicos de Melbourne (Australia), de 1956. La razón fue la intervención soviética en Hungría, en el contexto de la Guerra Fría. La España de Franco, recién admitida en la ONU (1955) tras años de aislamiento por su participación indirecta al lado del Eje en la Segunda Guerra Mundial, ahora despuntaba por su entusiasta alineamiento anticomunista en el bloque occidental, bajo la protección de la superpotencia norteamericana. También Suiza y Holanda, por análoga causa, no participaron en Melbourne, 1956. Curiosamente, pese al aislamiento internacional de la inmediata posguerra mundial, España sí pudo estar presente en los Juegos Olímpicos de Londres, de 1948. También participó en los de Helsinki, de 1952.


En esas mismas olimpiadas, tampoco participaron por razones políticas Egipto, Líbano e Irak, en este caso por la crisis del Canal de Suez, también un conflicto de la Guerra Fría, que enfrentó al Egipto de Nasser contra Israel y sus aliados, Gran Bretaña y Francia.



1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi me resultó algo siniestro ver cómo adornaron el punto de partida de la llama olímpica: con un telón gigante que lucía una foto de Mao Tse-Tung. No leí/oí ninguna protesta por este detalle. ¿Acaso nadie recuerda a los 45 millones de muertos que dejó tras de sí?