La Transición incorporó al país a la celebración regular de elecciones pluripartidistas tras más de cuarenta años. Con ellas llegaron las campañas electorales y el uso de los medios de comunicación (mass media) como instrumentos de acceso a los electores. Dedicaremos algunos posts a ver cómo se transmitían los mensajes políticos por parte de los partidos y coaliciones del momento. Hoy, ante la cercanía de los dos grandes debates entre Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, hemos optado por recuperar los dos únicos debates electorales entre los candidatos de los grandes partidos políticos españoles que se han celebrado en España hasta ahora: entre Felipe González (PSOE) y José María Aznar (PP) en 1993. Se celebraron entonces en las dos únicas cadenas privadas de televisión que emitían en esos momentos, el primero de ellos en Antena 3, el segundo, en Telecinco. Resulta interesante comprobar en ellos cómo se emplearon con técnicas de comunicación política hasta entonces no empleadas en España.
Los debates electorales son un género que en España ha tenido poca presencia, como también en Gran Bretaña, otra monarquía parlamentaria, pero no así en países con sistemas políticos presidencialistas, como Estados Unidos, Francia... Muy famosos han sido algunos debates, como el entablado en 1960 entre Richard Nixon y John Fitzgerald Kennedy, donde según muchos observadores el aspecto algo desaliñado y poco natural del candidato republicano ante las cámaras, resultó decisivo en su corta derrota, o entre Bill Clinton, Ross Perot y George Bush (padre), en las elecciones presidenciales norteamericanas de 1992, donde el gesto del último de mirar su reloj en dos ocasiones durante el debate fue captado por las cámaras e interpretado como muestra de prisa y desagrado en medio de un interrogatorio planteado por el público a los candidatos, mientras la actitud serena y reflexiva de Clinton ante una pregunta muy incómoda le hizo ganar mucha credibilidad.
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