jueves, 9 de junio de 2011

Transición democrática y divorcio; y de la serie "Anillos de Oro"


La llegada de la democracia tras la dictadura franquista supuso cambios importantes en el ámbito de la regulación del derecho familiar. Nuestro trabajo colaborativo, Memoria de la Transición democrática, en la que estudiantes entrevistan a familiares y conocidos que vivieron de primera mano aquellos años, se hace eco de ello. Entre las novedades, sin duda, la más relevante fue la aprobación de la Ley del divorcio. Por primera vez desde la Segunda República se reconocía la posibilidad de la disolución del matrimonio que, hasta ese momento, conforme a los principios de la religión católica, se planteaba como indisoluble.

La introducción del divorcio se hizo a través de la reforma del Código Civil. La reforma se afrontó en la primera legislatura constitucional, una vez aprobada la Constitución de 1978, siendo ministro de Justicia Francisco Fernández Ordóñez, miembro del sector socialdemócrata de UCD y que, años después, acabó siendo ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Felipe González. La Iglesia católica se opuso a la modificación, oposición que contó también con parte del sector democristiano del partido en el gobierno UCD, que ya para entonces, pocos meses después del intento fallido de golpe de estado del 23 F y con la presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo, afrontaba una situación de debilidad grave previa a su posterior descomposición. Incluso hubo diputados centristas que votaron en contra de una reforma que, en cambio, sí contó con el apoyo de la izquierda.


Las previsiones iniciales sobre el impacto de la legalización del divorcio no se vieron confirmadas. No hubo un número espectacularmente alto de disoluciones durante los primeros años. No obstante, la reforma supuso la introducción con fuerza de una visión más secularizada de la institución matrimonial que la por entonces dominante, y el planteamiento público de un problema que durante los años de la dictadura se había silenciado en gran medida. El cine y la televisión se hicieron eco de este nuevo entorno social. En ese sentido, tal vez, destacó sobremanera la emisión y el éxito que tuvo una serie de TVE emitida apenas dos años después de la legalización del aborto, Anillos de Oro (Pedro Masó, 1983), donde los protagonistas, una pareja de abogados matrimonialistas -Lola, interpretada por Ana Diosdado, y un joven Imanol Arias en el papel de Ramón-, afrontaban situaciones de conflicto familiar muy similares a las que se vivían en la España de aquella época. 

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