lunes, 20 de junio de 2011
Con motivo del trabajo colaborativo Memoria de la transición democrática, uno de los temas que se abordó fue el de las comunicaciones en Canarias durante los años setenta y ochenta, incluidas las aéreas. De hecho, nuestro centro se sitúa muy cerca, casi a cabecera de pista, del aeropuerto Tenerife Sur. No se trata de un aeropuerto reciente; muy al contrario, su vida es relativamente corta, apenas 32 años desde su inauguración por la Reina de España, doña Sofía de Borbón -que le da nombre-, el día 23 de octubre de 1978.
En un próximo post haremos una aproximación a la historia del más reciente y mayor aeropuerto de Tenerife. Pero aquí lo que vamos a hacer es recuperar la memoria del otro aeropuerto de Tenerife, Los Rodeos (hoy, Tenerife Norte), particularmente la de su suceso más trágico. El día 27 de marzo de 1977, en sus pistas, chocaron dos aviones Boing 747 (Jumbo). Fue el resultado de un error humano (el del piloto de una de las naves) y un cúmulo de situaciones desfavorables como el desvío previo de estos dos aviones y otras aeronaves de rutas transoceánicas al aeropuerto tinerfeño por una amenaza de bomba en Gando, la densa niebla, la ausencia de sistemas de ayuda avanzados en pista...El accidente de los dos Boing 747, de Pan-Am y KLM, está considerado a fecha actual como el mayor accidente de la historia de la aviación civil. Hoy las dimensiones de los aviones civiles y el aumento de la seguridad aérea hacen poco probable la colisión de dos naves en pista con un resultado tan elevado de muertos (583 víctimas mortales), por lo que el récord probablemente lo mantendrá Los Rodeos durante mucho tiempo.
Un excelente y conocido documental de National Geographic, Crash of the Century (2005), relata con detalle -algún error de identificación geográfico local aparte- el accidente. También las imágenes documentales anteriores de TVE nos aproximan a los hechos, hechos de una época en la que pudo constatarse la limitación que tenían medios de rescate y de atención sanitaria ante una catástrofe de proporciones tan extraordinarias. El accidente también confirmó el juicio critico de quienes consideraban muy inapropiada la ubicación del aeropuerto y apostaban por concluir y potenciar las obras del aeropuerto del sur de Tenerife, clave para el desarrollo turístico de la zona. De hecho, el historial trágico de Los Rodeos no acabó con este accidente. Uno más, de una larga serie trágica, se añadió en abril de 1980, cuando un avión de la compañía Dan-Air se precipitó sobre el terreno y se estrelló cuando desarrollaba las maniobras de aproximación al aeropuerto. Durante los años ochenta, el aeropuerto languideció, siendo casi exclusivamente utilizado como base de helicópteros militares y vuelos interinsulares. En los años noventa el volumen de tráfico aumentó con la recuperación de su condición de base de vuelos regulares con la España peninsular. Se construyó una nueva terminal, un edificio moderno y funcional que se inauguró en 2003.
Hace apenas cuatro años el recuerdo del trágico accidente aéreo de Los Rodeos de 1977 se recuperó en la sociedad de Tenerife y especialmente entre los familiares de sus víctimas. Con motivo del 30 aniversario de la catástrofe se inauguró un monumento en homenaje a sus víctimas, el 27 de marzo de 2007. Desde el emplazamiento escogido, la Mesa Mota, se puede divisar el conjunto aeroportuario de Los Rodeos, la Vega de La Laguna y el Teide. Una página Web en inglés, holandés y español de la Fundación de víctimas del accidente nos permite conocer con detalle los actos conmemorativos.
Publicado por Luis Miguel Acosta en 23:24
Etiquetas: accidente aéreo, Canarias, Los Rodeos, transición democrática
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