viernes, 26 de agosto de 2011
Ocupamos estos últimos días de vacaciones de verano, entre otras actividades, en avanzar nuestro menú de sugerencias de cine histórico para secundaria obligatoria y bachillerato, para la enseñanza-aprendizaje de Historia del Siglo XX. Y seguimos con la Segunda Guerra Mundial. Nuestra atención hoy se detiene en la Batalla de Inglaterra.
Probablemente estamos ante la batalla más crítica de la Segunda Guerra Mundial, el momento en el que los alemanes y sus coaligados del Eje estuvieron más cerca de derrotar a los aliados, en ese momento, tras la derrota francesa en junio de 1940, prácticamente reducidos a Gran Bretaña y la benévola no beligerancia favorable a los británicos de los Estados Unidos, aún fuera de la guerra. Hitler se enfrentaba con el reto de forzar la rendición de Gran Bretaña y para ello se intentó valer de la presión destructora de los bombardeos de la Luftwaffe de Göring sobre la isla, primero casi exclusivamente sobre objetivos militares directos o indirectos (aeródromos, buques de guerra y mercantes de transporte, fábricas de armas...), para posteriormente extenderse también a las ciudades. De hecho Londres sufrió su primer bombardeo significativo el 15 de agosto de 1940 y a partir de ese momento las ciudades inglesas, galesas y en menor medida también las escocesas, sufrieron los ataques de los bombarderos alemanes que operaban desde el continente. El bombardeo de Londres, especialmente intenso a partir de septiembre de 1940, con imágenes espectaculares, podemos seguirlo a través de una excelente colección de fotografías recogidas en el documental de BBC que insertamos al inicio de este post.
Pese a la superioridad en fuerzas (aéreas) y posición estratégica de los alemanes, la RAF (Royal Air Force) británica y pilotos de otros países aliados (checos, polacos, canadienses, holandeses...) fue capaz de plantar frente al enemigo con resolución y eficacia. Los británicos también mitigaron el impacto de los ataques alemanes gracias al uso de la tecnología rádar, hasta entonces no utilizada de forma generalizada. El balance final fue que la amenaza de invasión marítimo-terrestre de los alemanes se disipó definitivamente en el verano de 1941. Ya entonces la atención de Hitler se puso en el frente oriental al invadir a traición la URSS, y los americanos, cada vez más coprometidos con los británicos y los aliados, tras el ataque sorpresa a Pearl Harbour de los japoneses, en diciembre de 1941, también entraron ya directamente en el conflicto.
Cartel de la película La batalla de Inglaterra
En cualquier caso y circunstancia, la batalla de Inglaterra es una de las confrontaciones más decisivas de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, nunca Hitler tuvo más cerca el triunfo sobre los aliados que en esos momentos, con el consiguiente riesgo de sumir a toda Europa bajo la dominación fascista. El cine anglosajón ha prestado especial atención a este enfrentamiento. Tal vez, desde el punto de vista didáctico, por su exhaustividad y abundantes referencias históricas generales, puede resultar especialmente aconsejable la utilización de la clásica película La batalla de Inglaterra ((Hamilton, 1969), con la excelente interpretación de Lawrence Olivier. Otra notable recomendación es la más reciente película checa Un mundo azul oscuro (Svìrák. 2001). En este caso la narración de la participación de los pilotos checos exiliados en Reino Unido tras la ocupación nazi de Checoslovaquia se entremezcla con las represalias posteriores que el régimen comunista instaurado en el país tras la Segunda Guerra Mundial infringió a todos los miembros del ejército checo, el caso por ejemplo de los protagonistas, que se refugiaron y prosiguieron la lucha contra los nazis con los aliados occidentales.
Publicado por Luis Miguel Acosta en 16:18
Etiquetas: batalla de Inglaterra, cine, dipity, Segunda Guerra Mundial
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario