miércoles, 2 de septiembre de 2009

70 aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial. ¿Por qué tanto horror?

Imágenes de los actos conmemorativos del 70 aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial. El 1 de septiembre de 1939, las tropas alemanas invadían Polonia, con la connivencia de la URSS de Stalin que unos días antes, habían acordado el reparto del país y la invasión de los estados bálticos en el célebre y secreto Pacto Ribentropp-Mólotov. El avance de los nazis, imparable, sólo tuvo la inmediata réplica de Francia y Reino Unido que le declararon la guerra a Alemania el día 3 de septiembre de ese mismo año, entre otros estados. Éstos son los hechos.

Los efectos: la Segunda Guerra Mundial ha sido hasta hoy el conflicto bélico que mayor cantidad de muertes y destrucción ha producido en la Historia de la humanidad. Aproximadamente 50 millones de seres humanos murieron, no sólo víctimas de las armas en los frentes de batalla, sino también como consecuencia de los terribles bombardeos sobre la población civil, hambruna, represión… 70 años son muchos años, sin duda, los suficientes para que las generaciones que nacimos después no tengamos un recuerdo directo, personal, de esos hechos. Pero sí debemos conocerlos, indagar en sus causas. La barbarie humana no está tan lejos en el tiempo –ni hoy en el espacio-, además de que las causas de tanta sinrazón continúan vivas, presentes: xenofobia, fanatismo religioso, intolerancia, totalitarismo político, desprecio hacia los derechos humanos… Tengámoslo todos muy presente.

En este sentido, nos ha impactado siempre mucho –a otros, también- las palabras que Martin Nimola, un pastor protestante alemán, pronunció en 1946 al concluir una de sus conferencias en las que relataba las penalidades que había sufrido como prisionero de un campo de concentración nazi. Ante la pregunta de uno de los oyentes, que le interpelaba sobre las causas de tanto horror, el religioso contestó: “Primero vinieron a por los enfermos incurables, pero como yo no estaba enfermo, y guarde silencio; luego vinieron a por los judíos, pero como yo no era judío, y guarde silencio; luego vinieron a por los católicos, pero como yo no era católico, y guarde silencio; finalmente vinieron a por mí, pero ya no había nadie que pudiera alzar la voz”.

1 comentario:

Carlos dijo...

Todavía sigue Rusia sin pedir perdon como ha hecho Alemania por las atrocidades cometidas en Polonia durante la guerra.