miércoles, 4 de junio de 2008

Repaso de contenidos y errores: La Junta Democrática

Probablemente el texto más lucido de los que entran en el examen PAU es éste porque aquél o aquella que domine bien el temario puede demostrar en él sus conocimientos. Tampoco es texto difícil desde el punto de vista de la ordenación del análisis y comentario: es suficiente con seguir la ordenación de los puntos del programa.

1. Ha de quedar muy claro el autor, colectivo, una plataforma o asociación de organizaciones políticas, sindicales y sociales de oposición al franquismo que se constituye "en el exilio" (exterior) y "en la clandestinidad" (interior) para luchar contra el franquismo. De entre todas esas organizaciones destaca el PCE (Partido Comunista de España) y su máximo dirigente, Santiago Carrillo. En esos momentos el PCE y CC.OO., sindicato bajo su influencia, son las organizaciones más poderosas y mejor organizadas de la oposición. Además el PCE apuesta abiertamente por la vía democrática parlamentaria, se ha sumado a la corriente eurocomunista, y se ha distanciado en parte -no del todo- de la URSS. Además del PCE, destaca la presencia de politicos monárquicos juanistas, seguidores de don Juan de Borbón, en ese momento inequívocamente enfrentado con Franco. Entre éstos últimos destaca el intelectual miembro del Opus Dei, Calvo Serer, intelectual que había alcanzado gran relieve con motivo del caso del Diario Madrid.

2. La idea y la intención están estrechamente vinculadas: presentar un programa de qué medidas se necesita adoptar para que el país pase de la Dictadura a la democracia. Tengamos en cuenta que estamos en los últimos meses de Franco en vida y es evidente que la situación del régimen, especialmente tras el asesinato de Carrero Blanco se ha debilitado mucho.

3. Más allá de la necesaria identificación de las propuestas de la Junta Democrática y su comentario, es necesario tener en cuenta que este programa se plantea una vía hacia la democracia basada en la ruptura, o sea, que la nueva democracia surja a partir de un proceso constituyente que no tenga ningún vínculo con la Dictadura. El modelo es muy reciente y cercano: la Revolución de los Claveles de Portugal, abril de 1974.

4. El análisis de los distintos puntos ha de partir siempre de una triple perspectiva: qué defiende la Junta Democrática ante cada tema (se recoge en el texto), qué había y qué fue finalmente lo que se logró durante la Transición. Curiosamente lo que sorprende es que casi todo lo propuesto se acaba cumpliendo en la Transición, pero la vía no va a ser precisamente la ruptura, sino la reforma. Además, nunca se cumplirá la propuesta de convocar un referéndum sobre la forma de gobierno (república vs monarquía). Esa propuesta de la JD hay que entenderla en el contexto de la cercana muerte de Franco y la sucesión en Juan Carlos I (en principio, monarquía autoritaria del 18 de Julio). En la Junta Democrática el antijuancarlismo es fortísimo pues se le asocia con el Dictador y se piensa que va a prolongar la Dictadura: los juanistas aspiran a una monarquía parlamentaria con don Juan de Borbón; los comunistas y el resto de la izquierda y muchos nacionalistas quieren una república. Al final en la Transición no se cuestiona la monarquía y la jefatura de Juan Carlos I, y la Constitución Española de 1978 reconoce la monarquía parlamentaria como forma de gobierno.

5. De entre los puntos a comentar, quizá por su relación tan estrecha con la política exterior, conviene analizar el que solicita la integración española en Europa. Es en parte equívoco y puede dar lugar a interpretaciones confusas. De una parte, se pide el ingreso en la CEE. En ese sentido el PCE, en principio reticente al proceso de integración en la CEE, cambia su criterio pues el resto de la oposición democrática española es muy europeísta -recordemos el pronunciamiento del Congreso del Movimiento Europeo de Munich (contubernio) de 1962-, aunque en cambio en el tema de la Guerra Fría aboga claramente porque España abandone su vinculación con EE.UU: y sea neutral en el enfrentamiento entre los dos bloques. En general, la izquierda en España será bastante neutralista frente a la orientación atlantista del centro (UCD) y derecha (AP), orientación ésta última que se acabó imponiendo cuando España ingresa en la OTAN en 1982 siendo Presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo.

6. Otro punto también muy relevante del programa es en el que se pide la legalización "de todos los partidos políticos sin exclusión". En el franquismo, como hemos visto, sólo había un partido. No obstante, la alusión de la Junta Democrática a que no haya "exclusiones" en el futuro proceso de legalización de partidos se hace con el pensamiento puesto en el PCE porque algunos de los proyectos teóricos de democratización del país, principalmente los promovidos por los reformistas franquistas, con apoyo externo de EE.UU., confían en una transición sin PCE, siguiendo el modelo de la República Federal Alemana donde los comunistas eran un partido prohibido.

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